«Para conseguir algo distinto es preciso antes ser una persona distinta y hacer cosas diferentes. Cualquier ámbito de nuestra vida mejora cuando nosotros mejoramos, pero no antes. Siempre en este mismo orden. El dinero no es ajeno a esa regla. De modo que para que nuestra economía cambie, antes tendremos que «cambiar» nosotros. Este libro trata sobre ese cambio personal y sobre hacer cosas diferentes.»

— Raimon Samsó, El código del dinero

El código del dinero es una obra con un toque espiritual que explica por qué la mayoría de la gente tiene problemas económicos y vive al borde de la ruina, y que muestra el camino para ser rico y libre en esta época tan particular en la que nos ha tocado vivir. Si ya has leído otros títulos como ‘Padre rico, padre pobre‘ y similares (o si eres lector senior de Vivir al Máximo), puede que la mayoría de los conceptos que trata te resulten familiares, pero si eres novato en el mundillo de la libertad financiera te lo recomiendo encarecidamente porque te abrirá los ojos.

El dinero, nos guste o no, es una parte importante de la vida. Invertir en nuestra educación financiera puede ahorrarnos muchos disgustos en el futuro, y El código del dinero es un libro fantástico para empezar a formarse.

1. Responsabilidad

«Durante demasiado tiempo, demasiadas personas han pensado que el Estado se haría cargo de ellas. Y esperan que el gobierno resuelva sus problemas financieros. La cruda realidad nos dice que nosotros, y nadie más, somos los responsables de nuestro bienestar financiero.»

El primer paso para mejorar tu situación económica es aceptar que el único responsable de ella eres tú, y que ni al gobierno ni a tu banco les importa un pimiento que no tengas trabajo o que apenas consigas llegar a fin de mes. Ellos miran por su propio interés, y a sus ojos no eres más que un número.

Sé que es duro, pero es la realidad. El mundo es una jungla, una competición en la que cada cual sólo se preocupa por su supervivencia.

Teniendo esto en cuenta, si quieres mejorar tus finanzas tienes dos opciones:

  1. Esperar a que alguien venga a salvarte
  2. Coger el toro por los cuernos y empezar a actuar

Raimon es partidario de la segunda opción, y yo también.

2. ¿Cuáles son tus creencias sobre el dinero?

«Tengo unas preguntas para quienes afirman que el dinero «no es importante»: si no lo es ¿por qué pasan 40 horas, o más, a la semana en un empleo durante 40 años o más?, y ¿por qué aceptan una nómina a final de mes? (…) Dos preguntas adicionales para quienes aún no lo tengan claro. Una: Si mañana dispusieran de cien millones de euros, ¿harían lo mismo, de la misma manera y durante las mismas horas al día? Dos: Si les quedaran cinco años de vida, ¿seguirían haciendo lo mismo?»

Tus creencias gobiernan tu comportamiento. Si en lo más profundo de ti crees que algo es malo, deshonesto o poco importante, tu subconsciente se ocupará de que no pierdas el tiempo persiguiéndolo. Por eso, para cambiar tu situación económica es necesario que primero cambies tu opinión sobre el dinero.

Estas son algunas de las creencias más populares sobre «el vil metal», desmontadas:

  • El dinero es malo. El dinero no es más que una herramienta de intercambio de valor, y como cualquier herramienta es neutral. Con dinero se pueden fabricar bombas y construir escuelas, igual que con un cuchillo se puede matar a alguien o pelar una manzana.
  • Sólo se puede ganar dinero a costa de los demás. Falso. Si yo te vendo un libro por 20 euros y tú gracias a ese libro aprendes algo útil, estamos ganando los dos. Win-Win.
  • Querer ganar mucho dinero es egoísta. Todo lo contrario. No puedes hacerte rico pensando sólo en ti mismo, porque la única manera de ganar dinero es aportando valor a la sociedad. Cuanto más valor aportes y a más personas sirvas, más dinero ganarás.
  • La única manera de hacerse rico es robando. Esta es una creencia bastante arraigada debido a la gran cantidad de noticias de corrupción que aparecen en la prensa, pero la realidad es que hay gente que ha ganado mucho dinero de una manera honesta. Piensa en el inventor de cualquier producto que te encante y que se venda en todo el mundo y tendrás a un millonario honrado.
  • El dinero no da la felicidad. Se ha demostrado que la felicidad está directamente relacionada con el nivel de ingresos… hasta llegar a una determinada cantidad (alrededor de 50.000 dólares anuales). Por lo tanto, aunque es cierto que el dinero por sí solo no te hará feliz, si que es un requisito imprescindible para conseguirlo.

Y tú, ¿qué piensas sobre el dinero?

NOTA: Si te interesa el tema, te invito a leer aquí todas mis creencias sobre el dinero.

3. Los tres roles económicos

«Ningún empleo, por bueno que sea, puede ofrecerte verdadera libertad ni hacerte rico.»

En ‘El Código del Dinero’, Raimon Samsó dedica un capítulo a definir los tres roles económicos que puedes elegir para generar ingresos:

  • Empleado o asalariado. Vendes tu tiempo a una empresa a cambio de un sueldo mensual. Tienes que cumplir un horario establecido y obedecer a tu jefe, que es el que te dice qué es lo que debes hacer.
  • Autoempleado o autónomo. También vendes tu tiempo por dinero, con la importante diferencia de que en este caso tú eres tu propio jefe. Tú eliges tu oficina, tu horario, tu sueldo y tus clientes.
  • Emprendedor o empresario. En vez de vender tu tiempo por dinero, lo inviertes en crear un sistema que genera ingresos por si mismo de forma recurrente.

El problema de ser empleado es doble. Por un lado, eres un esclavo moderno, ya que otra persona decide a qué hora te levantas, qué haces 40 horas a la semana y cuánto vas a cobrar a final de mes. Por otro lado, tus ingresos están limitados, ya que te pagan -normalmente poco- por hora trabajada y tu tiempo es un recurso limitado. Salvo que seas directivo de una multinacional o un ingeniero top, no sólo no te harás rico sino que apenas podrás ahorrar un euro.

Dar el salto de empleado a autónomo soluciona el problema de la esclavitud (ahora nadie te dice lo que debes hacer), pero no el de estar atado a tu trabajo, ya que todavía sigues vendiendo tu tiempo por dinero. Si consigues convertirte en un freelancer con un buen caché puedes llegar a disfrutar de una situación económica bastante buena sin necesidad de currar demasiado, pero aun así tu salario sigue dependiendo directamente de cuantas horas trabajes. Si te pones enfermos y no puedes ejercer, o si te vas de vacaciones, tus ingresos serán cero.

La única manera de poder disfrutar de una buena situación económica, ser tu propio jefe y desligar tu tiempo de tus ingresos es creando un sistema que funcione de manera autónoma y que genere beneficios según el número de ventas que realice, no según el tiempo de horas que le eches.

El objetivo del autor es que acabes dejando tu empleo para montar tu propio negocio personal, y en el resto del libro da buenos argumentos y consejos para dar el paso.

4. La ilusión de la seguridad

«Un «empleo fijo» no es seguro, es una ilusión de seguridad.»

Quizá no te atrevas a dejar tu trabajo porque no quieres perder la seguridad de un sueldo  a final de mes. Sin embargo, ¿es un empleo tan seguro como parece?

Estos son algunos argumentos que demuestran que esa famosa seguridad es solo un mito:

  • Cada vez hay menos empleos fijos. Según el último informe del SEPE, sólo el 4% de todos los contratos firmados en Julio en España fueron indefinidos a tiempo completo. Las empresas no quieren pagar indemnizaciones por despedir a empleados que quizá no necesiten unos meses más tarde, y prefieren recurrir a contratos temporales o a los servicios de las ETTs para guardarse las espaldas.
  • Tus ingresos dependen de un tercero. Tu jefe puede despedirte en cualquier momento o bajarte el sueldo a su antojo sin que tú puedes hacer nada el respecto. Y ya vimos hace unos años que ni los funcionarios están a salvo… ¿Qué ocurriría si te echasen mañana o si redujesen tu salario mensual?
  • Puedes quedarte «fuera de juego». El tener un sueldo asegurado puede hacer que te relajes y te creas que va a durar para siempre… hasta que un día te ves en la calle y entonces ya es demasiado tarde. Es el típico caso del señor con una vida cómoda, 20 años trabajando en un banco haciendo siempre lo mismo, al que echan por la crisis. De pronto se ve con 45 años, sin trabajo y con habilidades totalmente obsoletas. Las empresas prefieren contratar a gente joven y no le queda más remedio que hacerse cajero del McDonald para poder pagar la hipoteca. A un autónomo o a un empresario es más difícil que le ocurra algo así, ya que están obligados a luchar y actualizarse a diario si quieren seguir siendo competitivos, sus ingresos están diversificados y es casi imposible que pierdan todos sus clientes de un día para otro.

En realidad, la seguridad laboral es siempre artificial, una ilusión creada por los seres humanos para que podamos dormir mejor por las noches. Tener una empresa o autoemplearte es arriesgado, pero tener un empleo lo es todavía más. Te guste o no, lo que nos depara el futuro es incertidumbre e inestabilidad.

5. Tu sueldo no va a crecer

«La ley de la oferta y la demanda dice: mayor oferta, menor salario. Este fenómeno se conoce a pie de calle como: precariedad en los trabajos, mileurismo, contratos basura, etc.»

El mercado laboral, como cualquier otro mercado, se rige por la ley de la oferta y la demanda: cuando un bien es escaso, su precio aumenta; cuando es abundante, su precio disminuye.

En estos momentos, España tiene un 24,5% de paro total y más de un 50% entre los jóvenes menores de 25 años, lo que quiere decir que hay, literalmente, millones de personas buscando trabajo. Debido a esta situación, las empresas pueden permitirse el lujo de pagar sueldos muy bajos porque saben que tienen candidatos de sobra que se van a pegar por esos puestos.

Por desgracia, parece que esta tendencia no sólo no va a cambiar, sino que va a seguir en aumento.

Echa un vistazo a esta gráfica, que compara el porcentaje del PIB de Estados Unidos que representan las ganancias de las empresas (azul) frente al que representan los sueldos de sus trabajadores (rojo):

Gráfica salarios

Como puedes ver, las empresas ganan cada vez más y los empleados cada vez menos.

Quién quieres ser tú, ¿empleado o empleador? ¿Qué rol te parece más arriesgado?

6. Las cosas no volverán a ser como eran

«Cuando pase la crisis nos daremos cuenta de que debemos afrontar un escenario económico mucho más complejo: la economía global. Las cosas no volverán a ser como eran.»

A pesar de que la situación laboral de la mayoría de asalariados es terrible, muchos de ellos siguen pensando que se trata de algo temporal. Que cuando la crisis económica termine, todo volverá a ser como era antes. Que las fábricas españolas volverán a abrir, los sueldos subirán y tener una carrera universitaria volverá a ser suficiente para conseguir un contrato indefinido para toda la vida. O que al menos descubrirán cuál es el número del dinero mágico con el que pueden ganar la lotería. Con estas esperanzas, se sientan a esperar a que las cosas cambien.

Pero igual que en una relación amorosa, las cosas nunca vuelven a ser como eran al principio. La vida tiene la extraña costumbre de caminar siempre hacia adelante, y el futuro siempre nos depara algo diferente. Habrá a quien «lo nuevo» le guste más y a quien le guste menos, pero lo que está claro es que nunca será una copia del pasado.

Mi opinión es que la tan mencionada crisis no es algo pasajero, sino un nuevo escenario económico causado por la globalización. Con la apertura de fronteras y la llegada de Internet hemos pasado de un mercado local a un mercado global, lo que significa que ahora para conseguir un empleo vas a tener que luchar contra los candidatos de tu ciudad y también con los de países como China o India, donde la mano de obra es mucho más barata. A raíz de esto, muchas empresas han decidido trasladar sus fábricas a estos países o subcontratar departamentos enteros fuera de sus fronteras. Eso ha hecho que aumente el número de desempleados, que a su vez ha hecho que aumente la demanda de empleo y que a su vez ha hecho que bajen los salarios.

Es cierto que nadie puede predecir el futuro, pero los datos están a la vista. Qué vas a hacer tú, ¿cruzar los dedos y confiar en que las cosas cambien o adaptarte a la nueva realidad económica?

7. La nueva economía

«Estamos transitando a una economía de servicios en la que la materia prima será: el talento, la innovación, la tecnología y el conocimiento. El resto de empleos serán en buena parte los denominados McJobs (en dudoso honor a los McDonald’s): trabajos de alta rotación y baja paga.»

Si tu trabajo puede hacerlo un ordenador, un robot o alguien por menos dinero, deberías buscarte otra cosa. Así de sencillo.

Para mí, estas son las claves para triunfar en esta nueva economía:

  1. Se útil. Tu licenciatura en historia y tu máster en marketing digital no te servirán de nada si no eres capaz de resolver los problemas de otras personas.
  2. Aprende a hacer algo que una máquina no pueda hacer. De esta manera no te podrán remplazar por un robot o un programa informático.
  3. Diferénciate de tu competencia. Lo que ofrezcas debe ser único, tener un sello personal insustituible que ninguna otra persona pueda imitar.

Al final todo se reduce a lo mismo: aportar valor. Cuanto más valor aportes, mayores serán tus ingresos, y algo que pueda hacer más barato una máquina u otra persona nunca será demasiado valioso.

Raimon lo resume a la perfección en esta frase:

«Para estar mejor pagado, tienes que servir a más personas. Como tu tiempo y tu energía son finitos, deberás encontrar medios para conseguir (…) hacer más con menos.»

Veamos cómo podemos optimizar nuestro tiempo y nuestra energía para servir al máximo número de personas posible y, por lo tanto, generar más dinero.

8. El secreto de los ricos

«Lo que los ricos hacen es crear activos que les rentan flujos de caja, fijos o variables, pero duraderos en el tiempo.»

Como vimos antes, el problema de ser empleado es que intercambias tu trabajo por dinero, y de esa transacción no te llevas nada más. En el momento en que detienes el intercambio también se detienen tus ingresos, lo cual te obliga a estar trabajando continuamente. Cuanto más trabajes, más ganas.

Una opción más inteligente es invertir tu tiempo, energía y dinero en crear activos que te generen unos ingresos de manera automática a lo largo del tiempo. Déjame que te ponga un ejemplo.

Imagínate que contratas a un experto en creación de páginas web para que te grabe un curso en vídeo de 3 horas sobre WordPress. El tipo recibe 1.000 euros por su trabajo y ahí queda todo. Sin embargo, tu te quedas con algo mucho más importante: el resultado. Un curso online es un activo que puedes explotar a tu voluntad. Puedes ofrecerlo a través de tu web o de otra plataforma y generar decenas de miles de euros en ventas durante meses e incluso años… ¡de forma automática! Es más, si lo decides puedes incluso vender ese activo a un tercero a cambio de una suma de dinero.

Los activos tienen valor propio, y te permiten servir a los demás sin que tú estés presente. ¡Trabajan para ti! Además, llegado el momento se pueden «liquidar» por una cantidad de dinero igual a un múltiplo de las ganancias anuales que genera.

Ejemplos de activos:

  • Un libro
  • Un curso
  • Un blog
  • Una casa (pero no en la que vives)
  • Una empresa
  • Una participación en una startup

Básicamente, en el contexto de El código del dinero, un activo es todo aquello que genera ingresos por sí mismo.

Acumula activos: ese es el secreto para desligar tu tiempo de tus ingresos, hacer que no tengan límite y conseguir la libertad financiera.

9. Escuela de emprendedores

«¿Dónde se aprende a ser emprendedor? Hmmm… déjame pensar. En las escuelas y universidades de este país desde luego que no. Creo que deberás «crear» tu propia «escuela de negocios»: tu propio negocio para practicar. Trato de decirte que necesitas un negocio de verdad para aprender. Un negocio real; vamos, un caso práctico. Real.»

En la carrera de Ingeniería Informática hay un dicho que dice que «a programar sólo se aprende programando». Es decir, que uno no puede aprender programación yendo a clase, estudiando los apuntes o haciendo ejercicios de lógica en un papel, sino que tiene que sentarse frente al ordenador y enfrentarse al código durante muchas horas. No hay otra manera.

Lo mismo ocurre con los negocios. Hay quien todavía cree que para montar una empresa hay que trabajar primero en una o estudiar un MBA. En realidad, en esos casos lo que vas a aprender es a ser un empleado y a resolver casos prácticos respectivamente, no a montar una empresa. It’s not the same thing. La única forma de aprender a crear un negocio es justamente esa… creando un negocio. Por fortuna, hoy en día gracias a Internet puedes crear tu propio negocio en poco tiempo y sin apenas inversión, y empezar a cacharrear con él (algo que te recomiendo que hagas).

Obviamente, hacer cursos y leer libros siempre viene bien, pero necesitas tener ese caso práctico donde aplicar los nuevos conocimientos adquiridos para que de verdad puedas interiorizarlos.

Recuerda: ¡una hora de experiencia en el mundo real vale más que un año de teoría!

10. Lo único que necesitas saber para triunfar

«Las habilidades de promocionarse y de vender son el corazón del éxito financiero.»

Hay muchas habilidades útiles a la hora de llevar un negocio, pero sólo hay dos imprescindibles: vender y promocionarse.

Vender significa intercambiar un producto o un servicio a cambio de dinero. Sin ventas no hay pasta y, por desgracia, la mayoría de personas (entre las que me incluyo) tenemos muchos barreras psicológicas a la hora de vender: sentimos que lo que estamos ofreciendo no es lo suficientemente bueno, que somos unos estafadores, nos sentimos incómodo pidiéndole a alguien dinero… Si quieres tener éxito en tu negocio, es IMPRESCINDIBLE que superes todos esos prejuicios y le pierdas el miedo a vender, ya que tus ingresos dependerán de ello.

Promocionarte a ti mismo y tu negocio es necesario si quieres que la gente sepa quién eres y qué haces. Y al igual que pasa con las ventas, es algo que nos suele dar miedo o resultar incómodo. El problema es que si quieres vender, primero vas a tener que explicar de una manera clara y atractiva cuáles son exactamente las soluciones y los beneficios que ofreces, así que no te queda más remedio que aprender a sentirte cómodo haciéndolo.

El resto de habilidades, como saber diseñar una página web bonita, son secundarias. Conviértete en un maestro de las ventas y del marketing y llegarás lejos.

NOTA: Mi libro favorito para aprender a vender y a promocionarte es Book Yourself Solid (en español —Tu mejor promotor: Tú mismo).

11. Prudencia

«A las personas que desean cambiar de rol económico siempre les recomiendo que mantengan su empleo actual y empiecen su negocio personal a tiempo parcial, en horas libres y desde su casa, porque sé que toma tiempo crear una nueva fuente de ingresos.»

Para terminar, una advertencia que menciono a menudo en este blog.

Aunque crear un negocio nunca ha sido tan fácil, sigue sin ser fácil y lleva bastante tiempo. Si vas a dar el salto, es importante que hagas las cosas con cabeza y no te precipites a la hora de dejar tu empleo, ya que es muy complicado trabajar en cualquier proyecto con la presión de que no vas a llegar a fin de mes. A mí me llevó casi ¡dos años! prepararme para hacer la transición. Empieza dedicándote a tu negocio en tu tiempo libre, fines de semana y vacaciones. Cuando te esté dando unos ingresos suficientes para mantenerte, entonces y sólo entonces haz el cambio.

¡¡Mucha suerte!!

Otras citas

«Ahora mismo, existen millones de personas en todo el mundo que tienen un sueldo pero no tienen una vida.»

«Cuando no necesitas dinero de un modo apremiante es mucho más sencillo crear riqueza. Cuando lo necesitas de inmediato tus posibilidades se reducen y todo lo que puedes hacer es trabajar por dinero.»

«Hoy más que nunca es preciso el modelo renacentista de saber un poco de todo y mucho de algo. Sin ese «un poco de todo» las cosas no avanzan. Confiar tu salud económica a un único talento es una temeridad.»

«Soy fruto de un sistema educativo que me hizo memorizar la lista de los reyes godos. A día de hoy, aún no he podido encajar esa información en ninguna de mis conversaciones de adulto.»

«La siguiente causa de tantos problemas financieros es que la mayoría de las personas no venden nada, salvo su tiempo.»

«La idea de que «trabajar duro toda una vida conduce a un retiro dorado» no es realista; peor aún: es un engaño.»

«Casi todo el mundo piensa que tener un empleo y tener un jefe es normal. Yo creo que es lo frecuente, aunque no debería ser lo normal.»

«En algún momento tendrás que elegir: ¿seguridad o libertad?»